Bebu Girolami compite por segunda vez este año en Stock Car Brasil como piloto del equipo Bardahl HotCar, pero no será el único argentino en pista. También corre Esteban Guerrieri, y juntos, además de representar a nuestro país en Brasil, homenajearán a Juan Manuel Fangio, a 60 años de su retiro de la Fórmula 1.

Cascavel es una de las pistas más desafiantes del automovilismo brasileño, por su exigente curva 1, un tobogán de alta velocidad con compresión en el medio y salida en subida ciega, y por su alto promedio para la vuelta.

Bebu Girolami se ha preparado especialmente para tener una buena actuación, en una pista que ya conoce de su temporada completa en Stock Car en 2016, cuando tuvo una excelente performance.

Pero este fin de semana será especial para el piloto de Isla Verde, ya que habrá otro argentino compitiendo en un equipo rival, su amigo Esteban Guerrieri, y ambos tendrán la hermosa tarea de rendir un homenaje a Juan Manuel Fangio, con una leyenda en sus respectivos autos, conmemorando los 60 años del retiro de la Fórmula Uno, del más grande piloto argentino de todos los tiempos, ocurrido el 6 de julio de 1958 en el circuito semipermanente de Reims, Francia.

“Él escribió una página importante de la historia por competir en una época en la que los conceptos de seguridad eran prácticamente inexistentes y la osadía del piloto bordeaba la irresponsabilidad. Por eso, los títulos de Fangio fueron todos espectaculares", dijo Néstor Girolami.

"Aun así, la genialidad y la inteligencia estratégica de Fangio sorprendían. Por ejemplo, una de sus frases más famosas fue cuando le preguntaron cuál era su secreto para vencer tantas veces en la Fórmula 1, él respondió con sencillez: 'En el automovilismo, el secreto es correr lo más lentamente posible. Es decir, usted tiene que ser rápido, pero también cuidar el auto y asegurarse que llegue al final’, y fue así que sobrevivió a aquella época de varios accidentes violentos y ganó cinco títulos mundiales", completa Girolami.

De hecho, Fangio vio a varios compañeros de pista perder la vida en los Grandes Premios. Pero eso no lo hizo parar, ni siquiera le impidió aceptar invitaciones a las pruebas fuera de la Fórmula 1. Su última gran victoria, que también homenajearán los dos pilotos argentinos durante la etapa de Cascavel del Stock Car, fue en 1958 en una prueba de "Fórmula Libre", una categoría que reunía grandes nombres y coches de la Fórmula 1 para competir con equipos y pilotos de varias categorías. Fangio disputó y venció tres veces en Brasil. La primera de ellas, en 1941, fue en homenaje al entonces dictador brasileño Getúlio Vargas. "Fangio adoraba a Brasil y estuvo aquí varias veces. Algunas para correr, otras para ver las carreras y otras para estar con amigos brasileños que eran pilotos de la época", cuenta Girolami.

La relación entre Fangio y Brasil se profundizó muchos años después de su retiro, a través de una profunda admiración mutua del pentacampeón argentino y el ídolo máximo del automovilismo brasileño, Ayrton Senna. Fangio consideraba que el paulista sería quién seguramente alcanzaría sus 5 títulos mundiales. Pero Senna falleció en Imola en 1994, con tres campeonatos en su haber, y no pudo intentarlo siquiera. Apenas un año antes, al ganar el Gran Premio de Brasil de 1993, ambos compartieron el podio de Interlagos. Y fue aquel día, que Senna, al ver aparecer a Fangio para entregar el trofeo, bajó del escalón más alto para abrazar al ídolo argentino, visiblemente emocionado, mientras decía que bajaba porque nadie podía estar más alto que él.

Este fin de semana, en el auto de Bebu Girolami, se observará un adhesivo que reconocerá a Fangio con la inscripción FANGIO 60 AÑOS DE LEYENDA.

Prensa: Diego Zorrero