El pasado fin de semana, el Turismo Nacional paso por el autódromo de Termas de Río Hondo en la provincia de Santiago del Estero.
En la clase 2 la victoria en la final quedo en manos de Alejandro Torrisi con el Nissan March, segundo fue Matias Cravero y tercero finalizo Facundo Leanez.
Mientras que en la clase 3, fue una carrera en la cual hubo varios sobrepasos, pero lo más importante ocurrió sobre el final de la carrera, ya que Leonel Pernía y Facundo Chapur no querían ganar la final para no cargar más kilos de lastre y se projueron algunas maniobras antideportivas.
Finalmente la carrera la ganó Sebastián Gómez quien no fue sancionado por cortar camino cuando Pernia y Chapur frenaban en el ingreso a la recta principal.
Lamentablemente en el automovilismo argentino se aplica el sistema de carga de kilos de lastre por performance, para castigar al que gana y beneficiar al que no tiene las condiciones para ganar y pelear un torneo.
Es una lástima que los dirigentes y algunos pilotos sigan pensando en el circo y no en el deporte. Por ello hoy cuando muchos hablan sobre los ídolos del automovilismo argentino, debemos decir con mucha pena que no hay grandes ídolos porque con estos reglamentos impiden que un piloto se transforme en un GRAN ÍDOLO.
Esperemos que las categorías de una ves por todas eliminen el sistema lastre de por vida. Y que pase como en la Fórmula 1 que gana el mejor sin ningún impedimento reglamentario.